martes, 25 de enero de 2011

Va de cine (III)

La saga de recomendaciones cinematográficas dedicadas a la ciencia ficción y distropía, culmina con esta tercera entrega, cuyo titulo es:

Lemmy contra Alphaville.

Ficha técnica:
Director: Jean-Luc Godard
Guión: Jean-Luc Godard
Reparto: Anna Karina, Eddie Constantine, Akim Tamiroff
Nacionalidad: Francia
Año: 1965
Duración: 99'

Por encima de cualquier otra apreciación, lo que está claro es que el estilo nouvelle vague, del que Godard fue uno de los más claros exponentes, marca el estilo y el ritmo de la película.

Como ya comenté al presentar este ciclo de recomendaciones, en esta película no se recrean escenarios futuristas, sino que el mismo París de 1965 sirve de escenario para dar vida a la ciudad de Alphaville, ubicada en otro planeta, en cualquier tiempo futuro. Hasta ella llegará el agente Lemmy Caution, camuflado como periodista del "figaro-pravda", su misión, encontrar al agente Henry Dickson y acabar con Von Braun, apodado como Nosferatu y creador de Alpha 60, la máquina que controla a la población. Antes que él, otros dos agentes, Dick Tracy y Flash Gordon lo intentaron, pero murieron en el intento.

Estética de cine negro rodado en blanco y negro con un peculiar estilo marca de "la casa", hacen de este film medio surrealista una propuesta bastante interesante.

3 comentarios:

Stultifer dijo...

Y un día inventaron los efectos especiales y arruinaron el cine. Pero se hicieron ricos.

Chivuco dijo...

Bueno, los efectos especiales ya estaban inventados en los años 60 y utilizados en en algunas películas como "La mosca", de 1958 con bastante buen gusto.

Pero aquí podríamos abrir un debate: "Efectos especiales Vs calidad" o "¿Va la calidad en consonancia al número de efectos especiales o sólo sirven para cubrir cadencias?".

Y esto podemos extrapolarlo al mundo de los videojuegos, por ejemplo. O al de la música, en el que los ingenieros de sonido tienen que rellenar los huecos y fallos de algunos músicos.

O lo que es igual: un poco, agrada pero mucho, enfada.

Anónimo dijo...

Una película interesante, sí señor...y la voz en off Francesa de un ex-fumador con traqueotomía...ni Lynch!
La verdad es que sin imaginación es difícil que funcione, claro que fue rodada en tiempos en los que eso lo ponía el espectador.

Game Over

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